Josiell Ciprian |
Decía Francisco Grande Covián, Médico y
Nutricionista español, que “La comida es un placer que queda cuando los demás
van desapareciendo”. Más que un placer, para mi comer es un ritual de amor,
donde cada día que vamos a la mesa por saciar el hambre, experimentamos sabores
y vivencias diferentes, no solo eso, los
ingredientes que combinamos en cada receta tienen el poder de transportarnos a
culturas y lugares diferentes.
Nutricionista español, que “La comida es un placer que queda cuando los demás
van desapareciendo”. Más que un placer, para mi comer es un ritual de amor,
donde cada día que vamos a la mesa por saciar el hambre, experimentamos sabores
y vivencias diferentes, no solo eso, los
ingredientes que combinamos en cada receta tienen el poder de transportarnos a
culturas y lugares diferentes.
La comida es un sinónimo de amor, ya que
todo ser humano por mas frívolo que sea
tiene el poder de amar y ama algo alguna vez en su vida, pasa lo mismo con la
comida, todos nos enamoramos a primera vista de algún plato exquisito que
veamos delante de nosotros y ese si es un amor eterno, créanme!
todo ser humano por mas frívolo que sea
tiene el poder de amar y ama algo alguna vez en su vida, pasa lo mismo con la
comida, todos nos enamoramos a primera vista de algún plato exquisito que
veamos delante de nosotros y ese si es un amor eterno, créanme!
Desde pequeña siempre fuí de muy buen comer,
mi abuela (con quien crecí) era una persona de campo, del Cibao para ser más
específica, gracias a ella siempre aprendí a apreciar mucho más las verduras, vegetales,
víveres y todo lo que llegue a tu mesa de forma natural. Yo no era mucho de
comer chucherías, frituras, ni dulces como todos los niños, realmente me
fascinaba mi arroz con habichuela, de hecho nunca comprendía porque a los demás
niños les causaba tanta dificultad comer si para mí era como estrenar un
juguete nuevo, por tal razón de pequeña siempre fui un poco gordita.
mi abuela (con quien crecí) era una persona de campo, del Cibao para ser más
específica, gracias a ella siempre aprendí a apreciar mucho más las verduras, vegetales,
víveres y todo lo que llegue a tu mesa de forma natural. Yo no era mucho de
comer chucherías, frituras, ni dulces como todos los niños, realmente me
fascinaba mi arroz con habichuela, de hecho nunca comprendía porque a los demás
niños les causaba tanta dificultad comer si para mí era como estrenar un
juguete nuevo, por tal razón de pequeña siempre fui un poco gordita.
Honrando la memoria de mi abuela que tanto
que me decía “Algún día vas a terminar trabajando como cocinera”. Por ello he
decidido dedicarme por completo al mundo gastronómico con mi proyecto llamado “Deliciosa
Cayena”, porque considero que cuando haces lo que realmente te apasiona no estás
trabajando, sino disfrutando del placer de poder compartir con los demás lo que
te hace feliz y sentir orgulloso de uno mismo.
que me decía “Algún día vas a terminar trabajando como cocinera”. Por ello he
decidido dedicarme por completo al mundo gastronómico con mi proyecto llamado “Deliciosa
Cayena”, porque considero que cuando haces lo que realmente te apasiona no estás
trabajando, sino disfrutando del placer de poder compartir con los demás lo que
te hace feliz y sentir orgulloso de uno mismo.
–Josiell
Ciprian
Ciprian
NewsLifeRD by Moisés Balbuena