Redaccion Internacional.-Se llama Pepper (pimienta), tiene unos grandes ojos negros, una cara, tamaño y aspecto infantiles y es capaz de leer las emociones de las personas analizando su expresión facial y el tono de su voz, reaccionando de forma autónoma a las situaciones que surgen al relacionarse con la gente.
Esto no tendría nada de particular si se tratase de un niño, pero Peeper es una máquina de metal, plástico y otros compuestos que puede reconocer una sonrisa y reaccionar consecuentemente a los gestos de los humanos, y también de aprender, con lo que su respuesta emocional puede ir mejorando progresivamente, actuando y pareciéndose cada vez más a las personas.
Este autómata humanoide de color blanco, 1,2 metros de altura, medio metro de ancho y de fondo, 28 kilos de peso y apodado “el robot que quiere ser nuestro amigo”, ha sido desarrollado en Japón por Aldebaran Robotics (www.aldebaran.com) y Softbank Mobile (www.softbank.jp) que lo describen como “el primer robot personal del mundo que lee las emociones”.
Pepper es un robot humanoide que tiene en cuenta lo que sucede a su alrededor para reaccionar activamente, y está equipado con sistemas que le permiten comunicarse y entrar en contacto con las personas e identificar sus emociones, mediante una tecnología para reconocer la voz, los gestos y las expresiones, según Aldebaran.
Un amigo de plástico, compuestos y metal
Estas tecnologías permiten que los usuarios disfruten la comunicación con Pepper con naturalidad, igual que si estuvieran en contacto con un amigo o un familiar y, además, este robot puede bromear, bailar y divertir a la gente, gracias a sus numerosas capacidades de entretenimiento, según sus creadores.
Las primeras unidades diseñadas para el hogar se comercializarán en 2015 y el robot tienen también capacidad para evolucionar, al aprender de sus interacciones diarias con la gente. Desde la compañía Aldebaran indican a Efe que «estamos desarrollando nuevos programas y apps para expandir sus capacidades de movimiento, conversación y percepción»
«Nuestro propósito es desarrollar robots emocionales y afectuosos que lleven felicidad a las personas y las hagan sonreír, pero que evolucionen aprovechando el conocimiento colectivo que se almacena y aumenta en las bases de datos de ‘la Nube’, a través de su conexión a Internet», según Masayoshi Son, director ejecutivo de SoftBank.
Para Bruno Maisonnier, director ejecutivo de Aldebaran, uno de los papeles más importantes de los robots será convertirse en unos compañeros amables y emotivos que mejoren nuestra vida diaria, nos sorprendan constantemente y nos ayuden a crecer como personas. “Pepper es solo el comienzo de ese futuro, de esa nueva forma de interactuar con la tecnología”, añaden desde la corporación.
«Nuestro objetivo es crear robots amables que convivan con los seres humanos y le procuren bienestar, como si fueran una nueva especie artificial», señalan desde Aldebaran.
Según sus diseñadores, Pepper puede juzgar diversas situaciones gracias a sus sensores y algoritmos o instrucciones matemáticas, que le permiten responder de forma autónoma al entorno, evitar choques o caídas y, además, es capaz de interpretar las emociones humanas en base a las expresiones de la cara y los tonos de la voz. Su batería le confiere unas doce horas de autonomía.
Pepper percibe en qué estado se encuentra una persona utilizando la información sobre las emociones (alegría, sorpresa, ira, duda y tristeza) almacenada en su memoria electrónica y su capacidad de detectar y analizar la expresión, lenguaje corporal y facial y palabras de una persona, según Aldebaran.
Con sus datos, sensores y programas, el robot puede adivinar el estado de ánimo de su usuario y es capaz de adaptarse a éste, por ejemplo, tratando de alegrarle al emitir sus canciones favoritas.
Pepper también puede expresar emociones, tanto que podría decirse que tiene una personalidad propia, transmitida por medio de su lenguaje corporal, sus gestos divertidos y su voz, según la compañía japonesa.
A medida que un ser humano continúa interactuando regularmente con Pepper, este robot le conocerá cada vez mejor, e irá aprendiendo nuevos aspectos acerca de los gustos de su usuario, de acuerdo a sus especificaciones técnicas.
A través de sus múltiples sensores, esta máquina es capaz de detectar las emociones de una persona y elegir en base a ellas, la forma ideal de comunicarse con dicho individuo, y no duda en decir ¡hola! a alguien que pasa o reproducir y bailar canciones alegres para impresionar a sus amigos, de acuerdo a Aldebaran.
Este autómata está equipado con una potente cámara 3D para percibir su entorno y con sensores táctiles para que pueda sentir el contacto humano y reaccionar en consecuencia.
«¿Tiene una pregunta? ¿Busca un restaurante? ¿Ignora la mejor manera de llegar a una reunión importante? Si se lo pregunta, Pepper le ayudará, conectándose a Internet para averiguarlo, de igual manera que se conecta para encontrar información y ampliar sus conocimientos», señalan desde Aldebaran.
Pepper puede modificar su forma de hablar o gesticular para adaptarse a la situación emocional de su usuario, quien también podrá interactuar con el robot, a través de la pantalla alojada en su pecho, donde muestra sus emociones y lo que está sucediendo en su mundo interior cibernético, concluyen desde la compañía.
Fuente: http://www.elveedordigital.com/