Santiago. El Mercurio / GDA. A inicios del 2015, investigadores del Imperial College de Londres publicaron en la revista Physics of Fluids una forma más eficiente de limpiar la sangre en pacientes con enfermedades renales.
Con un software creado originalmente para la industria aeroespacial, los especialistas desarrollaron una conexión entre la vena y la arteria del paciente para filtrar la sangre.
No es la primera vez que tecnología para exploración espacial llega a Tierra.
Desde 1976, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) publica cada año un compendio de las tecnologías que desarrolla para solucionar necesidades propias y que luego ofrece –por medio de licenciamiento– para que alguien las traduzca en aplicaciones concretas.
“Las tecnologías que están en juego dentro de la exploración espacial también son capaces de mejorar nuestra vida diaria”, precisó David Miller, jefe de tecnología de la NASA.
“El llamado Spinoff 2015 está lleno de historias que muestran que hay más espacio en nuestras vida de lo que creemos”, añadió.
De acuerdo con la agencia, la transferencia tecnológica a partir de sus investigaciones ha salvado a casi medio millón de personas, ha generado 20.000 empleos y ha sumado ganancias por más de $5.000 millones
Medicina y salud. Uno de los ejemplos clásicos de esta transferencia, cuenta Roberto Assef, investigador del Núcleo de Astronomía de la Universidad Diego Portales, es lo que pasó con el telescopio espacial Hubble.
“Este fue puesto en órbita con un error en su óptica. La NASA desarrolló un software para poder corregir el error, el mismo que se utiliza hoy en las resonancias magnéticas para detectar cáncer”, aseguró Assef.
Otra solución terrenal provino de los trajes de los astronautas, donde es necesario que exista un microclima controlado.
Para la misión del Apolo, la agencia estadounidense adaptó un sistema utilizado por la Real Fuerza Aérea Británica. Se trata de una serie de tubos con agua adheridos al forro del traje, los que bajan la temperatura.
Este sistema, sumado a bandas que presionan brazos y piernas, dispara la producción de ácido láctico al ejercitarse. Esto provoca que los músculos lleguen a un estado anaeróbico más veloz.
Basado en ello, la empresa Vasper desarrolló un traje que permite que el ejercicio de media hora en una máquina elíptica equivalga a más de 60 minutos.
Tanto parlantes tradicionales como aquellos con bluetooth utilizan fluidos magnetizados, los mismos que fueron originalmente pensados para control de temperatura de los transbordadores.
Estos fluidos permiten que el sonido tenga menos distorsiones, e incluso el sistema está instalado en salas de cine.
Pensando en instrumentos para estudiar el Sol, ingenieros de la NASA desarrollaron semiconductores para detectar la radiación ultravioleta.
Hoy, hay un dispositivo que, imitando a un reloj, detecta cuál ha sido la exposición de una persona a los rayos ultra violeta.
Y si de limpiar el aire se trata, la NASA desarrolló un sistema para purificarlo en la Estación Espacial Internacional, el cual sirve para eliminar el 98,1% de la bacteria E. coli del aire, por ejemplo. Un sistema similar podría, también, esterilizar prótesis.
Como en todo tipo de desarrollo de tecnologías, explica Alfonso Gómez, director del Centro de Innovación UC, muchas veces se llega a la solución que se estaba buscando, pero en otras la investigación básica obtenida no logra dar un paso mas allá.
“Por ello es tan importante que la NASA ponga a libre disposición sus resultados para quienes estén dispuestos a lograr ese siguiente paso”, comenta.
Imágenes del agua. Utilizando las miles de imágenes de la Tierra tomadas por satélites y misiones de la NASA, Radar Technologies International desarrolló un sistema que puede detectar reservas subterráneas de agua dulce.
Lo mismo ocurre con un desarrollo de Taylor Devices , algo que le interesa directamente a países donde los sismos son usuales.
Inspirado en el sistema de amortiguación que tienen los brazos que sujetan a los cohetes en la plataforma de lanzamiento, la compañía diseñó amortiguadores antisísmicos. Ya tiene 550 edificios equipados con ellos en varias zonas del planeta.
Actualmente, la NASA posee 1.600 investigaciones abiertas a ser licenciadas; hizo un catálogo de las más prometedoras.
En forma reciente, la agencia lanzó el sitio http://technology.nasa.gov/hot100/ , donde se las puede encontrar por temas como óptica, comunicaciones, ambiente, salud, medicina y biotecnología, entre otras.
Fuente: http://www.nacion.com/