A Luisito Pie (no Luis, incluso su ficha olímpica lo confirma), le negaban su pasaporte y hoy es un héroe del deporte dominicano.
Pie no solo es un joven de una familia pobre de Bayaguana –donde ser pobre tiene un sentido particularmente trágico- sino que es dominicano de origen haitiano. El mismo tipo de persona que ha sido despojado de sus derechos ciudadanos en uno de los actos más racistas y xenófobos ocurridos en nuestra media isla desde aquel día de 1937 en que Trujillo ordenó limpiar de haitianos la frontera y el Cibao.
De hecho, este joven fue despojado de documentación. Y en una entrevista televisiva un miembro de su familia narra cómo le fue negado su pasaporte hasta que la federación deportiva correspondiente –imagino que alegando flexibilidad ante la conveniencia- logró conseguirlo.
Quienes respaldaron la controvertida sentencia 168-13 no debieran celebrar la medalla conquistada por Luisito Pie en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
El fallo emitido por el Tribunal Constitucional en 23 de septiembre del 2013, establece que a los hijos de las personas que residen ilegalmente en el país desde el 1929 hasta la fecha no les corresponde la nacionalidad dominicana, como es el caso de Pie.
Luisito Pie fue desnacionalizado con la sentencia 168, ¿entonces ahora es dominicano?
Cuando venció en taekwondo al español Jesús Tortosa para quedarse con el bronce, Luisito salió al tabloncillo portando orgulloso y responsablemente una bandera dominicana, como diciéndonos a todos que tenemos mucho que perder y nada que ganar siguiendo a los incorregibles racistas antihaitianos del patio.